Indicios para saber si el turbo se ha estropeado

Indicios para saber si el turbo se ha estropeado

El turbo, también conocido como turbocompresor, es un elemento clave en muchos motores modernos. Si este componente está averiado, repararlo puede resultar costoso.

El turbo es un sistema de sobrealimentación que mejora las prestaciones tanto en motores diésel como de gasolina. Este sistema resulta fundamental para que las mecánicas brinden una buena respuesta en cualquier rango de revoluciones, así como para aumentar el flujo de combustible y aire que se quema en los cilindros.

El sistema funciona tomando los gases del escape para hacer girar una pequeña turbina, que a su vez, incrementa la presión de la mezcla en el circuito de admisión. Logrando de esta manera que los motores alimentados mediante un turbo no necesiten cilindradas altas para alcanzar potencias similares.

El turbo también ayuda a disponer de una buena respuesta a bajo y medio régimen en las mecánicas modernas. Esta ventaja es doble, ya que con un motor más pequeño se puede conseguir el mismo rendimiento que con uno grande, y se reduce el consumo de combustible al disponer de una mejor eficiencia y dosificación a cualquier régimen.

Sin embargo, el turbo es bastante complejo y susceptible a estropearse por el calor excesivo o por falta de mantenimiento. Para conservarlo en buen estado, es necesario que el conductor se asegure de que reciba una correcta lubricación y se refrigere adecuadamente después de un uso prolongado.

Por esta razón, se recomienda evitar apagar el motor de golpe después de recorrer una larga distancia a altas revoluciones, se recomienda dejarlo funcionando al ralentí unos minutos para que circule el aceite que lo lubrica.

Aun así, es posible que el turbo falle. Los síntomas principales que indican una avería de este tipo son tres, que indican claramente que el sistema de sobrealimentación del coche no funciona correctamente.
Los síntomas son:

1. Humo blanco o azulado en el escape.
2. Alto consumo de aceite por parte del vehículo.
3. Ruido anormal procedente del motor.
4. Pérdida de potencia y rendimiento inferior al normal.
5. Silbidos al acelerar.
6. Exceso de humo en el tubo de escape.
7. Depósitos de impurezas en el cráter del motor.

Si notas alguno de estos síntomas, es importante llevar tu vehículo a revisión de inmediato para evitar que la avería empeore y cause daños mayores en el motor.
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